Cuando di vuelta a la esquina para ir por mi camino vi el humo; el olor era uno que nunca había olido antes. Como ya he tirado en la calzada, mi corazón se debilitó, y sentí una oleada de impotencia me superar. Mi casa se ​​había ido, y mis perros estaban muertos. El fuego ardía como mis pertenencias vida ponen a descansar. En ese momento, no sólo me sentí impotente, pero sin esperanza; No era salvo. Sin embargo, mi edredón estaba viendo y me dibujo en.

¿Se siente impotente en su situación actual? Se aferran a la esperanza verdadera, Jesucristo. “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.” Rev 3:20